Para ningún dominicano debe ser sorpresa el aporte que hace la actividad turística al dinamismo económico de República Dominicana, que, colocada en perspectiva, reportó ingresos por US$8,407 millones durante 2022. A la tasa actual, se trata de unos RD$463,814 millones.
Esta trascendental contribución al Producto Interno Bruto, que resultó fundamental en el proceso de recuperación económica posterior a la pandemia del COVID-19, viene de la mano de una decidida presencia del sistema financiero nacional, cuya cartera de crédito al sector turismo alcanzó el año pasado casi los RD$100,000 millones.
Como sostén y motor impulsador de la expansión del turismo, la actividad bancaria está presente desde el desarrollo de proyectos hasta la oferta de productos y servicios demandados por los 8.2 millones de extranjeros que en el citado período disfrutaron de la belleza y atracciones de esta media isla.
En números más detallados, los US$8,407 millones que ingresaron al país por la visita de extranjeros representaron un 22% del total de divisas, que totalizaron US$39,000 millones.
De hecho, al reportar al crecimiento de 4.6% que experimentó la economía dominicana durante el año pasado, el Banco Central destacó que la actividad de mayor contribución al incremento del PIB fue la de hoteles, bares y restaurantes, con una expansión interanual de 24% en su valor agregado real.
“El comportamiento de este sector estuvo impulsado fundamentalmente por la llegada total de 7.2 millones de turistas por vía aérea, alcanzando un récord histórico. El dinamismo se observó igualmente en el arribo sin precedentes de 1.3 millones de cruceristas por los distintos puertos del país”, detalla el Banco Central, usando cifras del Ministerio de Turismo.
Tomando como referencia la desaceleración local, y global, que provocó la pandemia del coronavirus, el turismo ha mostrado un desempeño extraordinariamente positivo, con cifras récord, incluso con respecto a años anteriores a 2020.
Aquí es donde entra la confianza brindada por el sector financiero a la actividad turística, traducida en un apoyo a través de un financiamiento cada vez mayor.
La cartera de crédito de los bancos múltiples destinada al turismo pasó de RD$42,808 millones en 2016 a RD$97,131 millones en 2022, para un incremento acumulado de RD$54,324 millones. En términos relativos, dicha expansión equivale a un 127%, el doble de la observada en el total de la cartera comercial, que fue de 64%.
No es de dudar, pues, que los bancos juegan un papel importante en el destacado desempeño de la denominada industria sin chimenea, proporcionando préstamos y otros servicios financieros a empresas y proyectos de desarrollo turístico, como la construcción de hoteles, la expansión de infraestructuras y la creación de nuevos destinos. Además, ofrecen servicios a los turistas, como cambio de divisas y tarjetas de crédito para realizar pagos fuera de sus países de origen.
Es un respaldo cuyos beneficios llegan al desarrollador inmobiliario, al agricultor y al comerciante, así como a cada proveedor de bienes y servicios, al tiempo que, como efecto multiplicador, propicia que llegue el sustento a las familias de cientos de miles de trabajadores directos e indirectos de los hoteles, restaurantes y otros establecimientos.
No puede quedar fuera de este panorama la movilidad interna de la población dominicana, que cada vez encuentra más oportunidades para explorar las opciones de excursión, vacaciones, ocio y bienestar.