¿Qué es una meta de ahorro?
El diccionario define una meta como “fin al que se dirigen las acciones o deseos de una persona”. Existen metas a corto, mediano y largo plazo, depende de la cantidad de dinero que dispones para destinar a esta meta y del momento en que deseas alcanzarla.
Para ahorrar, es fundamental plantearte un objetivo, sin embargo, esta no debe verse de una manera tan simple como decir: “quiero comprar una casa”, pues para estos ajustes es necesario elaborar un plan de acción que contribuya a lograr la meta.
Pasos para establecer una meta de ahorro
1. Definiendo la meta
– Una meta debe ser:
– Específica. Al momento de establecernos un norte, debemos tener plena claridad de lo que vamos a alcanzar. Visualizar por completo todas las características del objetivo y el momento en que desearíamos alcanzarlo.
– Medible, estableciendo el tiempo en que la piensas lograr.
– Alcanzable. Debemos ser conscientes de nuestra realidad financiera. Si lo que queremos es adquirir un apartamento, tenemos que conocer todos los compromisos financieros que la adquisición del mismo conlleva y medir nuestra capacidad de ahorro y cuanto podemos asumir mensualmente en cuota de préstamo y mantenimiento del mismo.
¿Cómo se le pone precio a un sueño?
A la hora de plantearnos una meta debemos investigar todo lo referente al costo total de la misma y así determinar la cantidad que se necesita ahorrar y el tiempo que tomará alcanzar el monto total. Por ejemplo, si la meta es comprar un vehículo, se debe investigar:
• Tipo de carro que deseas; la marca, el año, el color, etc.
• El precio que tiene en el mercado.
• Costo del seguro.
• El inicial, plazo e interés si piensas tomarlo con financiamiento.
• Costo del mantenimiento del mismo.
¿Cuánto puedo ahorrar?
Ese monto lo determina tu presupuesto. Es decir, si tu ingreso total es de RD$30,000 y tu costo básico es RD$24,170.00 tu capacidad de ahorro es de RD$5,830. 00
Te recomendamos que una vez tengas identificado tu capacidad de ahorro, lo incluyas como parte de tu presupuesto y que sea lo primero que separes al momento de recibir tus ingresos.
Ajustando mi presupuesto
Esto se consigue observando tus gastos por un tiempo determinado para identificar dónde puedes recortar a fines de ahorrar, por ejemplo:
La alimentación
Recuerda que no se trata de no comprar, ni siquiera de comprar más barato, lo ideal es comprar de manera inteligente. Suele ocurrir que compramos sin planificarnos y sin estar conscientes de cuál es nuestro patrón de consumo. Debemos procurar ir con una lista, con los artículos específicos que se deben adquirir.
Los gastos "hormiga"
Su nombre se debe a que son gastos tan pequeños que no le damos la importancia debida, pero si sumas esos caprichos diarios, los resultados pueden llegar a sorprenderte. Identifícalos y determina si en verdad son necesarios.
Pongamos un ejemplo sencillo: Tener el hábito de comprar un paquete de goma de mascar tres veces por semana, tendría las siguientes implicaciones económicas:
Artículo Precio Mensual Anual
Goma de mascar 35 420 5,040
Ahora pregúntate, ¿este hábito constituye un obstáculo para lograr mis metas? ¿Puedo eliminarlo y ahorrar este dinero para destinarlo a la consecución de mis metas?
Al momento de realizar esta reflexión debes extender la revisión en cada partida de tu presupuesto, con el fin de identificar dónde puedes reducir y cómo esto se constituiría en un aporte para tú meta.
Es de gran ayuda también socializar las metas con tu familia y que ésta se convierta en un objetivo en común. De esta manera, todos pondrán de su parte para ahorrar recursos como: los servicios de energía eléctrica y agua, gastos en telecomunicaciones, entre otros.