A veces por capricho, otras por impulso, compramos cosas innecesarias que se traducen en fugas de efectivo para nuestro bolsillo. Pero si hicieras el ejercicio de sumar todos esos pequeños consumos, antojadizos y frecuentes, te darías cuenta del importante escape que está sufriendo tu economía.
Estas compras de diminutos montos, en apariencia insignificantes, que poco a poco carcomen tu presupuesto y tienen un impacto notable en tus finanzas personales, se les denomina gastos hormiga.
Un café en la calle, comer fuera de la casa, comprar cosas por impulso en una plaza comercial, tener suscripciones que no utilizas… son pequeños “gustos" que, en suma, tienen un impacto real en tu capacidad de ahorro.
Estos gastos fantasmas o vampiro, como también se les denomina, no se contabilizan y quedan fuera de la previsión de gastos mensuales, pero acaban por tener un impacto negativo tan visible como invisible.
Ahorro en vez de gastos
Para controlar los gastos hormiga, primero haz un recuento de cuánto afectan tu bolsillo: suma los pequeños consumos superfluos que haces en una semana. Y, si te anima la tarea y la memoria te ayuda, llévalos a un mes. Haz balance y notarás cuánto podrías ahorrarte controlando ciertos gastos.
Visibilizar los gastos hormiga te ayuda a tomar conciencia sobre el futuro de tu economía. Entonces, ¿por qué no cambiar estos gustos momentáneos por un proyecto de ahorro importante?
Aplica la regla 50/30/20
Para mantener a raya los gastos hormiga, los expertos en economía sugieren aplicar la regla 50/30/20 sobre tus ingresos mensuales. Traducción: destina 50 % de ellos a gastos fijos o necesarios, el 30 % a gastos variables y el 20 % al ahorro.
Ponle nombre a tus ahorros
Define el propósito por el cual estás ahorrando: para el viaje de fin de año, la luna de miel, el inicial de la vivienda… cuando defines con claridad en qué usarás el dinero, ahorrar se convertirá en un incentivo positivo. Y así evitarás despilfarrar tu dinero en pequeños gustos.
Haz un presupuesto
Planificar tu mes, destinando un monto de efectivo específico para cada actividad, servicios o compromiso te ayudará a tener un panorama claro de tus consumos y evitarás que tu dinero se diluya en cosas superfluas.
Destina un monto para los gustos
No se trata de tener una vida de privaciones, pero sí de conciencia y medida. Entonces, para disfrutar de esos pequeños placeres que tanto te gustan, destina un monto específico al que te acojas cada mes.
Organízate
Haz un plan de contingencia para evitar gastos innecesarios: lleva tu almuerzo y snacks a la oficina, carga tu café en un termo y evita los centros comerciales entre semana para evitar tentaciones.
Elimina lo que no usas
Despídete de las suscripciones o servicios que no utilizas: la línea telefónica residencial, los servicios de streaming, los canales del cable extra…
Programa tus salidas
Destina un presupuesto y organiza en el mes los días que le dedicarás al ocio fuera de tu casa. Eso incluye reuniones con amigos o familiares en bares y restaurantes.
Paga a tiempo
Ten presente las fechas de corte de tus tarjetas, los recibos de las facturas de servicios básicos… para que evites los cargos por mora o las reconexiones.
Fuente: Banco Popular Dominicano