El economista Magín J. Díaz advierte que el sector financiero tiene una carga tributaria casi cuatro veces superior a la tributación promedio de las empresas. Este es el cálculo de incidencia económica, de la carga tributaria que efectivamente soporta el sector, sin incluir impuestos retenidos ni los impuestos que el sector paga a nombre de los contribuyentes.
Santo Domingo, República Dominicana. El macroeconomista Magín J Díaz critica la práctica de solicitar a los bancos que adelanten impuestos, calificándola de poco transparente y potencialmente perjudicial para el objetivo de mejorar la calificación de riesgo del país. Sus planteamientos están en su artículo habitual publicado en Diario Libre y Acento.
Argumenta que esta práctica es similar a la deuda, pero sin el requisito de informar al público o al Congreso sobre el costo de dicha deuda. Según Díaz, la necesidad de que el financiamiento sea progresivo se ha vuelto predominante dado que la pandemia ha profundizado la ya notable desigualdad preexistente.
Advierte que El sector financiero, debido a la naturaleza de su negocio y su alta capacidad de aportar ingresos, es a menudo visto como un objetivo preferente para aumentar los ingresos fiscales. Díaz señala que las presiones para recaudar más del sector financiero no son nuevas y que el Fondo Monetario Internacional ya sugirió diferentes opciones para aumentar la tributación del sector después de la crisis financiera de 2008.
Recientemente, países como España y Colombia han implementado impuestos temporales sobre el sector financiero, justificándolos con la premisa de que los bancos han obtenido ganancias extraordinarias durante la crisis del COVID-19. Díaz cuestiona este argumento, sugiriendo que la motivación principal podría ser la recaudación fácil de un sector que tiene dificultades para evadir impuestos.
El artículo plantea una serie de cuestionamientos acerca de la tributación del sistema financiero, incluyendo la eliminación de impuestos heterodoxos como el impuesto a los cheques y la posibilidad de un tratamiento tributario diferencial para el negocio bancario debido a su concentración.
Díaz concluye indicando que cualquier discusión sobre la tributación del sector financiero debe tener en cuenta que la carga tributaria del sector es casi cuatro veces superior a la tributación promedio de las empresas. Según él, cualquier aumento de esta carga debería ser el resultado de un consenso de la sociedad y no simplemente porque es más fácil cobrarle al sector financiero.